Frío y salud bucodental: ¿están conectados?
Durante el invierno aumenta la sensibilidad dental. El contraste del frío del exterior con las bebidas calientes desgasta el esmalte y deja desprotegido el diente. Para evitarlo es mejor consumir líquidos templados o ligeramente calientes. También debemos proteger nuestra boca del frío y del viento con, por ejemplo, una bufanda. Existen productos específicos como dentífricos y colutorios que tratan la hipersensibilidad dental y pueden ser adecuados.
Otra de las molestias más comunes en estas fechas es la aparición de aftas bucales. La debilitación del sistema inmunológico, sumado a las condiciones climáticas resecan la zona de la boca y las mucosas, favoreciendo las llagas y aftas. Protegerse bien del frío y fortalecer las defensas consumiendo fruta y alimentos con vitaminas ayudan.
Los productos de temporada son la mejor elección en cualquier época del año, ya que se adaptan a las necesidades de nuestro organismo en cada momento. Los pescados de invierno, como el salmón y el jurel, ayudan a cuidar las encías. Su alto contenido en omega3 favorece la regeneración de los tejidos blandos con colágeno, lo que previene la enfermedad periodontal.
Para mantener una buena salud oral en invierno es importante, como en todas las estaciones, seguir una correcta rutina de higiene: cepillado, hilo dental y colutorio. En Centros de Odontología Avanzada Más Q Sonrisas cuidamos de tu sonrisa cada día, acude a tu primera visita gratuita ¡estaremos encantados de atenderte!